Detalhes do Documento

Descrição
Forcing us to take a deeper look, through critical reflection, at the different faces of the crisis and of education gives us the opportunity, at this momento, to try to get answers to who that presents himself as a teacher, not so much from one more question, but from the fundamental question which is the link and responsibility between what is done in the classroom and the way that practice helps achieve the purpose of a qualified democratic education. In this sense, we can ask: is there an education in times of crisis, which is different from what is institutionalized in other periods? or, in other words, what is the purpose of is education in times of crisis? La crisis, no sólo como factor desestabilizador, sino como oportunidad de mejora1, puede ser un planteamiento que podamos hacer siempre, y en múltiples situaciones. Pero en la realidad que vivimos su análisis, puede permitir al docente profundizar en el compromiso reflexivo de su práctica, al dialogar la dimensión política y pública de la acción educativa y el ejercicio cívico de su quehacer formativo. En este diálogo, si bien se hace evidente su denuncia frente a lo que atenta en un marco de derechos la garantía en igualdad y con calidad de una educación para todos y todas, es vital que en su compromiso docente crítico y autocrítico desarrolle verdaderas praxis emancipatorias. Obligarnos a profundizar con una reflexión crítica las distintas caras de la crisis y la educación, nos da oportunidad, en esta ocasión, de intentar aproximar respuestas a quien se plantea como docente, no desde una pregunta más, sino una pregunta que puede ser esencial en relación a vincular la responsabilidad del quehacer del aula con la de contribuir desde él al logro de la finalidad de una educación democrática de calidad. En este sentido nos podemos interrogar: ¿hay una educación en tiempos de crisis que es diferente de la que se institucionaliza en otros períodos? o, en otras palabras: ¿de qué sirve la educación en tiempos de crisis?En el actual resquebrajamiento del denominado sistema de bienestar, y el asentamiento de políticas neoliberales (Rigall, 2000), pareciera que estamos llamados a ser víctimas de una educación en pérdidas. Pero el docente, que se empodera de pensar y pensarse como un dinamizador del ejercicio formativo, de “ponernos en crisis”, favoreciendo el análisis crítico de la realidad vivida, puede construir y construirse, regenerando el valor de una relación pedagógica democratizadora como sujeto testigo de desarrollar praxis educativas transformadoras (Aubert, A; Duque, E.; Fisas, M.; Valls, R., 2004). Valoración que le exige al docente asumir un compromiso de actuación congruente con el sentido cívico (Camps, 2010) para orientar la acción transformativa dando dirección a los hechos formativos, desde el sentir de lo que nos une y construye lo común2 , con una política garante de los derechos de un desarrollo de todos y todas a una vida buena con equidad. Nous obliger à approfondir par une réflexion critique les différents aspects de la crise et de l’éducation, nous donne l’opportunité, en ce moment, d’essayer obtenir des réponses pour qui se présente come enseignant, non pas à partir d’une question en plus, mais à partir de la question fondamentale d’associer la responsabilité de ce que l’on fait en salle de classe à celle de contribuer a travers cette pratique à atteindre le but de parvenir à une éducation démocratique de qualité. En ce sens, nous pouvons questionner: existe-t-il une éducation en temps de crise différente de celle que l’on institutionnalise en d’autres périodes? Ou, par d’autres mots, à quoi sert l’éducation en temps de crise? Obrigar-nos a aprofundar com uma reflexão crítica as diferentes faces da crise e da educação, dá-nos a oportunidade, nesta ocasião, de tentar obter respostas a quem se apresenta como docente, não tanto a partir de mais uma pergunta, mas a partir da questão fundamental de vincular a responsabilidade do que fazer em sala de aula com o de contribuir com essa prática para alcançar a finalidade de conseguir uma educação democrática de qualidade. Neste sentido, podemos questionar: existe uma educação em tempos de crise, que é diferente da que se institucionaliza em outros períodos? ou, em outras palavras, para que serve a educação em tempos de crise?